El ensayo literario
El ensayo surge como una escritura que tiene como fin la transmisión de las ideas, sin embargo, dada la libertad formal y maleabilidad que le caracterizan hicieron que en épocas modernas los escritores encontraran en él también una vía para explotar su creatividad, con la cual pronto se incorporó, junto con el teatro, la narrativa y la poesía, a la lista de los géneros literarios.
Al hablar de ensayo literario señalamos que en este tipo de ensayos, el fin estético y creativo de la escritura se enlaza con el proceso reflexivo: en el ensayo literario no sólo es importante el tema o la idea a tratar, sino también cobra realce el modo y la originalidad en que se escribe.
A diferencia del ensayo académico, donde los temas a tratar guardan siempre un nivel de formalidad propia del ámbito académico, el ensayo literario puede tratar desde temas de gran trascendencia y complejidad, hasta asuntos cotidianos y en apariencia banales, pero que buscan expresar el proceso reflexivo de su autor.
Así, por ejemplo, el escritor mexicano Julio Torri escribió un ensayo sobre la bicicleta, mientras que el también mexicano José Emilio Pacheco dedica uno de sus ensayos a las cucarachas.
El ensayo literario tiene como destinatario a un público general y no especializado, así que usualmente se escribe sin usar términos técnicos y complejos, a diferencia del ensayo académico, que al tener como destinatarios a lectores especialistas en alguna materia, puede usar un léxico especializado acorde a la disciplina en la que se ubique.
En la medida en que se considera una rama de la escritura creativa, la originalidad es un elemento fundamental del ensayo literario. Tal originalidad puede encontrarse tanto en el tema tratado como en el estilo en que se escribe. En el ensayo literario es común que el autor use recursos estéticos como el humor, la ironía, la digresión y la parodia, entre otros.
Dada la importancia de la originalidad en el ensayo literario, es común que el autor proyecte en la escritura su estilo personal y hasta es común que en el afán de proyectar su personalidad en el escrito, el autor haga referencias a su vida privada.
Estructura
A diferencia de los ensayos académicos en donde se privilegian los tecnicismos y conceptos científicos o filosóficos, donde importa más el qué se dice; en el ensayo literario importa más el cómo se dice (la forma por encima del fondo). Por ello, es común la utilización de recursos literarios como el humor, la ironía, las digresiones, etc.
La estructura del ensayo responde al estilo del ensayista y la mayoría de las veces se conjugan el contenido con la forma, resaltando ambas en diferentes momentos del ensayo. Partiendo de que el ensayista no pretende profundizar científica o académicamente en el tema, la estructura se abre a los recursos literarios que utilice el ensayista. Sin embargo, una característica que no puede dejar de tener es la manifestación de la postura personal del ensayista sobre el tema que trata.
Al igual que el académico, el ensayo literario usualmente se compone de una introducción donde el autor señala el tema o problema del que hablará, así como su propia postura al respecto; un desarrollo donde expone los detalles del tema y los argumentos a favor y en contra del asunto a tratar y finalmente un cierre o conclusión donde el autor da por demostrada su tesis. Sin embargo, tal estructura no es rígida y no es necesario que el autor señale con sub-títulos cada una de las partes, incluso puede modificar el orden de estas. También es común encontrar ensayos literarios escritos en forma de divagación , es decir, que el autor puede pasar de un tema a otro libremente.
En la escritura ensayística es común que se haga referencia a las ideas u obras que otros autores han escrito sobre el mismo tema del que nos ocupamos. Cuando en un ensayo académico usamos las ideas u obras de otros autores, se exige que se informe con claridad de dónde hemos tomado tal información, incluso existen formatos especiales para ello como el aparato crítico y la cita bibliográfica. Sin embargo, en el ensayo literario o creativo, esta exigencia de ofrecer referencias puntuales desaparece para favorecer la agilidad y amenidad de la escritura. Si en el ensayo académico se exige que al repetir la idea de un autor se informe el título de la obra y la página de donde procede el dato, en el ensayo literario puede sólo citarse el nombre del autor, sin dar la obra o lugar donde lo dijo.
Usualmente, los ensayos literarios aparecen aisladamente en publicaciones periódicas no especializadas como periódicos o revistas, aunque después pueden reunirse en un solo volumen como un libro de ensayos.
PRINCIPALES ENSAYISTAS
1- Germán Arciniegas
Nació en Bogotá el 6 de diciembre de 1900 y falleció en 1999. Fue un destacado ensayista, diplomático, historiador y político, que comenzó su actividad periodística desde muy joven. También fundó y dirigió numerosas revistas culturales.
2- Roberto Bolaño
Nació en Santiago de Chile el 28 de abril de 1953 y falleció en Barcelona en 2003. Este escritor y poeta chileno fue autor de más de 20 libros y numerosos ensayos que lo hicieron acreedor de varios premios internacionales.
Entre estos premios destacan el Premio Herralde (1998) y el Premio Rómulo Gallegos en 1999.
3- Jorge Luis Borges
Borges Acevedo nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899 y falleció en Ginebra en 1986.
Fue un prolífico y erudito escritor que figura entre los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Además de sus famosas novelas, publicó ensayos breves, poemas y cuentos.
4- Augusto Monterroso
Nació en Tegucigalpa el 21 de diciembre de 1921 y murió en Ciudad de México en 2003. Se nacionalizó guatemalteco y es conocido por sus relatos breves.
Se le considera uno de los maestros de la minificción. Era poseedor de una gran capacidad narrativa.
5- Arturo Úslar Pietri
Nació en Caracas el 16 de mayo de 1906 y falleció en 2001. Fue escritor, abogado, periodista, productor de televisión y político.
Se le considera uno de los más importantes intelectuales del siglo XX.
Muchas de las veces las personas podemos llegar a confundir algo tan simple como el compañerismo con la amistad, que es algo que va más allá de solo mostrar educación hacia una persona con la que nuestra convivencia no es realmente de confianza.
El autor Carlos Castro en su poema "Amistad" nos expresa todo lo que una verdadera amistad nos puede brindar, como apoyo en los momentos más difíciles o en nuestros propios proyectos en la vida. Consuelo en los momentos tristes ñ, así como también nos pueden brindar alegría y el afecto que realmente nos enriquece como personas.
En este mismo poema, en la primera estrofa nos dice:
"Amistad es lo mismo que una mano que en otra mano apoya su fatiga y siente que el cansancio se mitiga y el camino se vuelve más humano."
En esta estrofa podemos entender cómo la amistad la representa como un apoyo.
Cuando una persona está dispuesta a brindarnos su mano para ayudarnos a, ya sea salir de algún problema, resolver conflictos, ayudarnos a cumplir nuestros sueños, es ahí donde realmente sabemos que contamos con una amistad sincera, porque no solo nos apoya, sino que también nos hace más fuertes su apoyo como bien lo dice el tercer verso de la primera estrofa; "el cansancio se mitiga y el camino se vuelve más humano", Algo realmente fácil de entender. Todo esto lo podemos ver también en el poema de Pablo Neruda "Algunas amistades son eternas" nos dice:
"Tu amistad eterna te ayuda en lo momentos difíciles, tristes y dejan confucion.
Si te alejas, tu amistad eterna te sigue.
Si pierdes el camino tu amistad eterna te guía y te alegra.
Tu amistad eterna te lleva de la mano y te dice que todo va a salir bien."
Un ejemplo mucho más claro para comprender lo que dijimos.
Sin embargo el compañerismo no es más que la solidaridad, la colaboración entre un grupo de personas con las que, aunque a veces estas relaciones llegan a durar mucho tiempo conviviendo y colaborando simplemente hay personas a las que no concideramos amigos, ya sea por que no nos agradan, no nos gusta como es su amistad, falta de confianza y por ello mismo no les brindamos nuestra amistad.
Esto no es pretexto para faltar al respeto a estas personas que conviven con nosotros.
Podemos concluir que la amistad es de las mejores cosas que nos pueden pasar, siempre y cuando la sepamos aprovechar, respetar y por supuesto, ELEJIR BIEN.
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